22 junio 2018

Ruido

Cada vez que mi mente deja de hacer ruido, apareces tú.

En ese silencio que tanto me aturde y que me saca lágrimas con solo asomarse, estás tú.

Revuelto en un inmensurable mar de pensamientos, estás tú.

Dentro del caótico mundo en mi mente, estás tú.

Nunca has dejado de estar.

Cuando quiero escapar de mí misma, apareces tú, a la vuelta de la esquina, en el borde de alguno de mis extraños pensamientos, meciendo tus piernas mientras estás sentado cómodamente en el tope de cada una de las palabras que trato de usar para ocultarte.

Y lo peor de todo es que, a veces, cuando logro esconderte de mí, empiezo a extrañar extrañarte.

Eres una de esas alteraciones incontrolables dentro de mi mundo caótico. Quisiera no tenerte, pero estás ahí. Tú siempre estas ahí. Y aunque quisiera que no fuera así, quiero que sigas estando.

Por lo menos dentro de mi mente puedo hacer ruido para no oírme hablar de ti mientras te veo con nostalgia, preguntándome si algún día sabrás todo lo que he querido decirte y escribirte.

Preguntándome si algún día leerás esto... Mientras hago ruido...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario